Era de noche y llovía mucho
-¡Hola!
Caminaron por Loma del Pilar como lo hacían siempre que querían ir al telo de la esquina. No había plata, pero sí ganas. Siempre habían ganas.
-Me estoy mojando
La miró sonrojado y arrecho. "La hice", pensó por unos minutos. Después su cerebro se percató de la lluvia torrencial que empezaba a enlodarle las zapatillas nuevas. No era su día.
Pasaron tres largos minutos de silencio. Ninguno pronunciaba palabras en alto, pero sí en sus cabezas. Ambos formaban diálogos estúpidos y sentimentales.
-Lo amo
-La odio
Qué decirse.
Un hijo muerto, un intento de suicidio. Ya se había roto el espejo; ya no había como repararlo. Cuando esas cosas pasan lo mejor es tirar todo a la basura y que no quede rastro de previa existencia. Es mejor aspirar las mini partículas también.
Casi media noche.
-¿Qué quieres?
-Besarte
-Ya fue. ¿No te das cuenta?
Pero para él "no fue". Todo seguía igual. El sentimiento de rabia mezclado con ternura. Las ganas de abrazarla y decirle que todo estaría bien... Mentirle.
sentimientos y emociones encontradas me gusta.
ResponderEliminargracias :)
Eliminar