jueves, 5 de enero de 2012

El niño que jugaba con muñecas

Ricardo Montero era un niño de 7 años al que le gustaba jugar con las muñecas de sus hermanas. A Ricardito le gustaba vestirlas, peinarlas, abrazarlas. Le fascinaba quedarse viendo la projilidad de sus peinados, de sus ropas color rosado. Amaba la sonrisa coqueta de todas ellas y sus grandes ojos azules. Podía quedarse horas y horas admirándolas, contemplando la perfección de sus cuerpos y después... las tiraba contra la pared, las pisaba, les sacaba la cabeza, las desvestía, usaba a sus muñecos de acción para que las "golpearan" y por último, metía sus dorados cabellos en el charco de lodo que se formaba al lado del carro de su viejo. 

A Don Ricardo, su padre, no le hubiese gustado que su último hijo, el último de 3 hermanas, anduviese por la casa jugando con muñecas, de no ser porque Ricardito Jr. las dejaba tiradas en el suelo hechas una mugre: ¡Así se juega, hijo, como hombre! Nada que peinados y esas tonterías, eso es para las niñas y tú eres un varón, ¡Los varones ensucian! Ahora vete a tu cuarto, porque si tu mamá se entera de lo que hiciste con las barbies de tu hermana, te castiga.

8 años pasaron, Ricardito Jr. no jugaba más con muñecas. Él ya era "todo un hombre" -en el colegio y jalando 3 cursos, pero hombre al fin-. Con 15 años recién cumpliditos, a Ricardito Montero ahora le gustaba jugar con mujeres: Abrazarlas, acariciarlas, decirles frases bonitas, desvestirlas, admirar sus cuerpos mientras se las tiraba y después... mandarlas a la mierda. 

Convencido por muchos años que esa era la forma correcta de jugar con las muñecas de carne y hueso, hizo caer a varias en sus juegos. Andaba de los más divertido por el mundo, observando lo fácil que se le hacía atraparlas y después botarlas como trapeador sucio de hace dos semanas. 

Su entorno, por supuesto, lo alentaba. Era el héroe de sus patas y el hijo que su padre siempre había soñado con tener: Un galanazo. Hasta que llegó el día en que conoció a Caro, quien nunca había jugado con barbies, ni con peluches, ni con patilargas. Quien nunca había tocado una cocinita, ni se había maquillado, ni usaba tacos. Y quien, finalmente, hizo con Ricardo lo que él llevaba haciendo por muchos años con tantas mujeres: Se puso a jugar.

¿Lección aprendida, Ricardo?


Quien nunca haya soñado con ser la Caro de su Ricardo, por favor le pido, páseme la voz.


Lo RE conocí el 26 de Junio del 2010. Lo sé porque era mi cumpleaños y había ido a una discoteca nueva con nombre desconocido para celebrarlo. De pronto lo vi y lo recordé. Me quedé en estado de shock (mejor dicho, con cara de cojuda) por unos minutos hasta que finalmente me acerqué a saludarlo. Nos pusimos a bailar y así empezó mi ahuveamiento por él.

Siempre me había gustado Ricardo, desde el día que lo conocí cuando tenía 15 años. Pero como son huevadas de chibola de 15 y yo ya tenía 20, era más que obvio que ese personaje solo almacenaba en mi cerebro una pequeña porción que era recordada cuando conversaba con Maja, mi mejor amiga; y claro, muy esporádicamente. Pero si es cierto que la vida te manda señales de humo, entonces qué casualidad que justo dos días antes de verlo de nuevo, Maja y yo nos pusimos a hablar de él por un buen rato. Dos días después ahí estaba yo, bailando (seguramente latin) con él.

Me pidió mi número, le di otro.

¿Cómo fue entonces que terminé hecha mierda de lo ebria en su casa a pocos meses? Ni idea.
¿Cómo fue entonces que terminó durmiendo en mi cama? No lo sé.

Con Ricardo las cosas siempre fueron confusas para mí. No le gustaba, eso era obvio, pero de hecho le divertía ver como me cagaba por él. 

Recuerdo esos tiempos como los más putos de mi vida: Agarres por aquí, agarres por allá. Ebriedad, ebriedad, ebriedad.Y recuerdo también que fue en esa época que comencé a llorar porque alguien "no me quería".

Debería agradecerle que su actitud de hijo de puta me hizo despertar un poco de mi manera tan fría de ser. Nunca me había afanado tanto con una persona, y fue Ricardín quien rompió con la tradición de "Cata, la flaca que nunca se enamora". Si no le agradezco un carajo es porque él despertaba algo malévolo en mí -le digo malévolo, pero en realidad era pustesco-, y esas son cosas que verdaderamente no amo recordar.

No ha pasado tanto tiempo de esa era ricardesca en mi vida, pero en mi mente se siente como si hubiera sido hace 10 años. Aún hablamos, muy de vez en cuando, y me siento tan relajada con el sujeto que hasta lo insulto con toda la conchudez del mundo.

Él, por supuesto, no ha cambiado. Sigue gileando con 2, 3, 4, 5 y hasta 6 flacas simultaneamente (al menos eso creo yo).

¿Acaso Ricardo jugaba con las muñecas de su hermana? Le haré de adivina y diré que es muy poco probable, pero... qué bonito se siente tener una excusa para tanta pendejada, ¿no?

9 comentarios:

  1. Me encantó tu post! y me sentí identificada completamente. TODAS HEMOS TENIDO UN PENDEJO EN NUESTRA VIDA U_U

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Vanessa =D !!! Es que los pendejos abundan, hija, ABUNDAN! Por eso no dejes jugar a tus futuros hijos con muñecas ;) jajaja

    ResponderEliminar
  3. No sé por qué me entristecí un poco. No por ti, porque el fulano éste esta superado, según cuentas.

    ResponderEliminar
  4. no es la única causa probable, pero es una buena hipótesis

    ResponderEliminar
  5. Kiara: Sí, de hecho no le importa. Él sabe cómo es, lo niega, pero es su orgullo

    David: Es más una excusa fantasiosa. Dudo que algún niño pueda volverse un pendejo de adulto solo por jugar con muñecas, pero me pareció interesante darle un enfoque tipo "cuento de hadas"

    ResponderEliminar
  6. Tu hipotesis del porqué del pendejo fue más que interesante, uno se lo cree y de seguro que el psicologo te daría el visto bueno. Me gusto el relato, mucho.

    ResponderEliminar
  7. N al cubo: Gracias! Se me vino un día a la mente mientras alguien me comentaba que de pequeño jugaba con las barbies de su hermana y yo empecé a asociarlo con su perfil de pendejo. Me alegro que te haya gustado =)

    ResponderEliminar
  8. Yeeeeh! Qué paja! Ya leí tu post y también me encantó =)

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...