viernes, 23 de marzo de 2012

Esos días.. pero de mierda.

Hoy he despertado odiando al mundo. Pasa muy seguido, en realidad, pero confieso que hace mucho que no me venía con tanta furia. Bueh, quisiera pensar que en parte me lo merezco dado que llevo ya más de dos semanas de felicidad casi plena, y qué chucha vale mi felicidad si a esta no le pone la vida algo de infelicidad. 

Felizmente, y perdónenme el uso excesivo que le doy a la palabra "feliz", hoy tengo la madurez (¿?) suficiente como para entender el porqué de mi amargura:

1. Hay una construcción de mierda realizándose al lado de mi edificio... no, no al lado de mi edificio, ¡al lado de mi cuarto! Para mí, eso de dormir hasta las 11 en vacaciones no ha existido, ya que desde las 8 de la mañana empiezan y no se largan hasta las 5. 

2. Mis cortinas blancas. Este problema me acompaña todos los veranos desde el 2006 que decidí que quería un cuarto totalmente blanco y por tanto, unas cortinas blancas quedarían geniales. A las semanas de instaladas mis hermosas cortinas blancas descubrí que fue la peor mierda de decisión que había tomado hasta la fecha. Toda la luz se pasa y el resto es historia.

3. Hace unos meses -y hasta hoy no sé cuándo empezó, ni por qué, ni cómo, ni dónde- mis vecinos decidieron traer al mundo a la engendra de satanás. Lo sé, es ella. Tiene que serlo, porque en todo el puto verano no he podido dormir, cocinar, leer, meterme dedo, NADA, sin que la mocosa no estuviera llorando y gritando como histérica. Lo peor es que tiene como tres nanas -oh, sí, he estado observando-, y ninguna de ella la hace callar; todo lo contrario.

Fátima, se llama la niña y la odio incluso más que a la construcción de mierda. La odio incluso más que a mis cortinas blancas.

Fátima, te odio porque tú NUNCA te callas y eres una engreída de porquería. Así te la pongo, niña: Esto es la guerra. La construcción está casi finalizada y se irá para no ser acosada por sus obreros nunca más; y mis cortinas me importarán un pepino: una vez que empiece clases y tenga que despertarme a las 5:30 de la mañana para llegar a mi estúpida clase de filosofía de las 7 ya no seré despertada por su luz infernal. Pero tú, tú engendra de lucifer, no te irás a ningún lado, y eso lo sé bien. Me jode, sobre todo, que no tengas más de 2 o 3 años y aún no sepas decir mamá o, en tu caso, demonius spectrum. Me jode que falta un re pincho para que crezcas hasta una edad útil en la vida. Me jode que hasta mi vieja, que podría ser la reencarnación de Mary Poppins, te odia. Me jode que incluso mientras escribo esta basura tú no dejas de chillar como si te mataran y ni siquiera te han tocado. Serás la drama queen del futuro y esa que llora para llamar la atención, porque lo haces ahora. 

Y por fin, que terminé de destilar el odio, puedo proseguir a recostarme en posición fetal, a seguir escuchando a Fátima y a los taladros de la construcción de al lado hasta enloquecer.

Oh, y lo olvidaba: hice este dibujito en paint -ya que no sé usar otra cosa- para más o michi ilustrar la situación...

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Ya lo dije: Uno de estos días no podré más y le echaré kerosene encima. Dios no lo permita, porque no quisiera ir presa por esa mocosa.

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  2. Respuestas
    1. Gracias :D fue hecho en un momento de frustración total, jajaja.

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