jueves, 10 de mayo de 2012

Sobre mis dudas existenciales y algo de machismo.

Mientras escucho una corta venas maleada de La Lá para BarrioBEAT, mi mente empieza a divagar acerca de la discusión que acabo de tener con mi vieja.

"Es que ya se está mal acostumbrando"

Su frase me retumba en el cerebro como tambor al micrófono en máximo volumen. Mi yo interno le grita fortísimo: ¡Cállate!, pero el volumen del amplificador sube más y la voz se va apagando hasta llegar al punto de hormiga.

Considero que sé muy poco o nada de relaciones, y que con la que tengo vengo aprendiendo en la práctica. A pesar de esto, siempre he tenido ciertos criterios, y uno de ellos -y motivo de mi mecha con la doña- es el muy recurrido, pero quizás poco tocado, tema del "quién paga".

Mi teoría va de esta manera: si yo trabajo, y él trabaja, ¿no es justo que ambos paguemos miti-miti como la justicia manda? Al mismo tiempo pienso, porque tan lorna no soy, "pero tú ganas menos, flaca". Ok, ok, entonces me reformulo: Si yo gano 100, y él gana 1000, entonces nos vamos en proporción de 1/10, ¿verdad? Todos felices. Resumiendo el caso, sería algo como que tú me pagas la cena, yo te pago el taxi.

Pero para mi vieja estos cálculos matemáticos de medio pelo no le bastan como argumentos suficientes en defensa de mi pensamiento -y en defensa del flaco, también-.

Según mi madre, la situación es -o debería de ser- así:

Flaco tira contigo. Flaco sabe que eso causa problema en tu salud. Al darle uso a "eso", estás causando daño, y ese daño, así como en un auto, debe ser reparado llevando con cierta frecuencia al "auto" a hacerse su "mantenimiento".

-¿Estás diciendo que soy un carro que Flaco maneja?
-Estoy diciendo que él debe asumir los gastos porque es el hombre.
-Jamás pensé que tuvieras esa mentalidad tan machista.
-No es machismo, es cómo debería de ser. 

¿Será porque odio la dependencia?

-Tú papá era igual. Se mal acostumbró a eso de "ir a medias" y después no tenía responsabilidad en nada. ¿Por qué mejor no te callas y piensas; o mejor, por qué no le preguntas a tus amigas? Ve lo que te responden.

Auch.

Le preguntaría a mis amigas de no ser porque poseen la misma personalidad obtusa... pero... y ¿si es cierto? Si verdaderamente estoy cediendo demasiado a algo que "por derecho" me corresponde. Aunque, ¿quién soy yo para dictaminar qué es lo que me corresponde de otra persona? ¿Es por miedo a no caer en esa mentalidad machista que tanto aborrezco que he empezado a comprometer aspectos que verdaderamente son importantes? ¿El hecho de yo "pago más, tú pagas menos" es realmente importante?

Si le doy una chequeada a lo que siempre he creído como correcto e incorrecto podría decir con toda seguridad que las personas siempre tienen que ir por lo más justo. Entonces, mis normas de miti-miti y la proporción estarían obrando en favor de la justicia. Por tanto, estoy haciéndolo bien (¿?).

La discusión madre-hija concluyó en nada, como usualmente sucede con nosotras dos. Un poco bajoneada por lo hablado, pero tranquila por saber que estoy en lo correcto, solo atino a decir que no me preocuparé de quién paga más, ni de quién paga menos, porque ni siquiera sé si algún día realmente necesitaré saberlo.


6 comentarios:

  1. Como diría mi papá ahora que tiene una hija mujer, dice "hay cosas que nunca deben de cambiar" ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puede ser... Todo depende de las personas. Creo que no soy como la típica mujer limeña, en todo caso.

      Eliminar
  2. La verdad yo soy de la idea de paga quien quiere pagar, cuando el te dice vamos al cine el paga y cuando tu le dices vamos al cine tu pagas... igual recuerda, el te invita a un matri tu tienes que comprar vestido ir a depilarte, a la pelu a maquillarte y peinarte, y el? abrir su closet sacar su veintiunico terno una camisa y a lo mucho cortarse el pelo y si es pretencioso comprarse una nueva corbata (la mayoria solo agarra una X). Las mujeres (por la sociedad en que vivimos y la competencia tenemos muchos mas gastos fuera de la salida en si con un galan. Por lo tanto: Quien quiere celeste, que le cueste. Yo ya supere la etapa de "todo mitad y mitad".
    http://www.youtube.com/watch?v=ipt1_N-6cl4

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buen punto, el tuyo; me hiciste pensar. Realmente es cierto: las mujeres gastamos más que los hombres. Sin embargo, no pienso que debamos escudarnos de eso para sentir que merezcamos que ellos paguen. Me quedo con tu idea principal: "Paga quien quiere pagar", y ya :)

      Eliminar
  3. La justicia ante todo como dices, lo malo aquí es el abuso... pero si la otra persona es tan "justa" como tú, normal.Hay unas de cal y otras de arena, no siempre se dispone de plata en igual proporcion.
    Lo que si creo es que el hecho de "permitir" que un pata te pague las salidas (y no querer nada con él) está malisimo, una porque medio que abusas, otra porque le creas falsas expectativas, otra porque cuando le des la patada en el ass ira llorando a decir que eres una sangrona.
    Yo he visto que la pasan mejor las mujeres que sangran a los patas sin ningún remordimiento, salen con sus dos soles para el pasaje y San Seacabó, yo particularmente nunca me he sentido cómoda en esa situación.
    Quizás como dice "Unknow", es una etapa... y también tocará la etapa sanguijuela.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. LA etapa de sanguijuela ya me tocó vivirla, felizmente. A pesar de eso, nunca me he sentido muy cómoda con que me paguen las cosas. Por ejemplo, si un chico me invitaba a salir, yo siempre llevaba plata para mis cosas.

      Lo bueno de este caso, del que hablo en el post, es que sí hay justicia de alguna manera u otra. Él invita, yo pago el taxi. Yo invito a veces (cosas más baratas, obvio, porque gano una miseria), él paga pasajes. Es cuestión de llegar a un acuerdo.

      Cada pareja -odio esa palabra- hace sus propias reglas, no la mamá.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...